Durante la noche, en Ouarzazate ha habido un momento de muchos gritos y ruido. No sabemos que ha pasado, quizá celebrasen algo. Visitamos la Kasbah de Taourirt, frente a los estudios de cine de Ouarzazate en los que no vamos a perder ni un minuto. Esta ciudad esta pensada para que los turistas visiten dos sitios "bonitos", pero nuestra curiosidad nos puede y nos adentramos por sus calles. Como imaginabamos, la realidad es bastante diferente, para muestra dos imagenes, poco mas de 100 metros de separacion:
Kasbah Taourirt - Ouarzazate
Calles de Ouarzazate
Salimos de Ouarzazate y en nuestro camino hacia Tinghir, comenzamos a ver un monton de gente a ambos lados de la carretera con collares de flores en la mano. De pronto comprobamos que estamos en pleno valle de las rosas. Nos detenemos y un amable tendero nos comenta que alli se cultivan rosas y se realizan un monton de productos con ellas, sobre todo jabones y perfumes. El tipo se empeña en que nos untemos con un trozo similar a una pastilla de jabon a la que denomina "deodorant". Agradecidos por su amabilidad salimos de alli con un intenso olor a mujer.
Paramos en Boumalne du Dades, atraidos por un monton de buenas críticas que habíamos escuchado, pero nada mas parar la furgoneta nos asaltan unos jovenes intentando vendernos de todo. Escapamos al bar mas cercano (donde por cierto, probamos nuestra primera Maroccola) con intencion de
quitarnoslos de encima y comer algo tranquilamente, pero alli que entraron a seguir con su empeño por vendernos algo. La verdad es que era nuestro segundo día alli y todavía no estabamos acostumbrados a eso, luego nos dimos cuenta de que era mejor seguirles la corriente si no querías terminar estresado.
Al llegar a Tinghir, nos acercamos al bar "los amigos", donde un amigo nos ha dicho que preguntemos por Said, un chaval que habla castellano y que nos puede enseñar la ciudad y sus alrededores. Un anciano nos dice que mientras Said llega el nos puede mostrar la kasbah. Nos muestra un monton de calles llenas de vida y nos invita a entrar a casa de una mujer que trabaja la lana. Es agradable estar allí y ver con que mimo realiza alfombras, bolsos y todo tipo de productos de lana. Le dejamos claro que no le vamos a comprar nada para evitar que trabaje en vano, pero al contrario de lo que se podría esperar, ella nos dice que no nos preocupemos, nos invita a un té y nos muestra sus trabajos.
Al salir de allí topamos con Said, creo que por nuestras pintas no le ha sido difícil reconocernos. Es un chico joven, parece simpático y muy agradable. Despues de conseguirnos una habitacion a muy buen precio, nos lleva a dar una vuelta. Visitamos a su "medico", un hombre que regenta una especie de farmacia llena de botes con especias y extractos de todo tipo. Aquí hay remedios para todo, desde el dolor de cabeza hasta la impotencia sexual. Por lo que nos explica Said, muy poca gente tiene acceso a los hospitales allí, todos acuden aquí cuando tienen un problema de salud.
Tras cenar unas deliciosas brochetas en "los amigos" por unos pocos Dirhams, nos indica que nos quiere llevar a tomar una cerveza. Nos sorprende, porque entendíamos que conseguir alcohol allí es bastante complicado, pero nos lleva hasta una "disco" al lado de una gasolinera, donde unos músicos bereber con unos instrumentos desconocidos para nosotros, crean unas melodías que nos atrapan por completo. De pronto comienza una pelea, así que pagamos nuestras cervezas y regresamos a nuestras habitaciones. Mañana será un duro día.